Veo y no me canso de ver la repetición del partido de aquella noche del Sábado 17 de Octubre del 2009, en el estadio Miguel Grau del Callao, escenario para la derrota no en manos de un equipo sino de un trúan vestido de negro que nos echó para atrás con fallos más que polémicos.
Si algo sirve el recuerdo de aquella noche de dolor, es para el elogio de los 11 guerreros del "dorado", que se comieron el amor propio, sudaron la camiseta y demostraron que con fútbol y solamene fútbol se podía ganar a un Sport Boys, que recurrió-aquien sabe como- a presionar a un sujeto vestido de negro a cobrar decisiones más que cuestionables que inclinaron la balanza en contra de un pueblo que vio (al igual que todo el Perú), como se arbitra y se saca de carrera a un equipo que lo merecìa todo.
De nada sirvieron los goles de Christian Vildoso y Piero Cassella, el esfuerzo de Héctor Rojas, la entrega del ratón Ramón Rodriguez, la valentía del "chueco" Javier Cárdenas, del Nikol Prado, de Evert Lengua y de Arnaldo Cabanillas que lo dieron todo en la última línea, secundados por Percy Manchego que fue un pulmón en el mediocampo.
El aporte del arquero Castellanos tambien sirvió pero no alcanzó
Esa noche fría fue una mezcla de emociones que siempre recordaré, desde el primer minuto cuando corría para ubicarme frente a cualquier televisor que tuviera en frente y pueda ver el partido, qué partido!.
Pero me dejan dudas muchas cosas, dudas que partieron desde la estrategia planteada por el DT de aquel entonces José Ramírez Cuba quien también merece unas líneas porque no supo poner el parche y cerrar las líneas cuando el partido se venía ganando con el gol de Piero Casella y apenas restaban 19 minutos para que culmine el cotejo, peor aún cuando el árbitro nos cobró ese penal injusto del 2-2.
Era allí cuando más se debieron plasmas las artimañas del supuesto iluminado de los ascensos, del llamado "Tele Santana" del fútbol peruano. Galones que luego de esa noche solamente resistía el papel y nadie más.
Al día siguiente de consumado el hecho en el Callao me comentaban que desde la mañana de aquel Sábado todo en el barrio porteño ya sabían que el árbitro estaba arreglado y que se sabía que Boys tenía que ganar para subir a primera a primera sí o sí, que la orden también venía de la Federación Peruana de Fútbol, y que todo ya estaba "cocinado". Entonces para que jugarlo si ni con la voluntad de Dios se podía hacer frente a tremendo aquelare. Ya para qué.
Revisando el video una y otra vez escucho que hasta los narradores -al parecer- ya sabían como iba ser el resultado. "Boys tiene que ganarlo para subir a Primera" decían una y otra vez. ¿Pitonisos acaso?, quien sabe!.
Pero tuvieron que recurrir a todo, y un tal Carillo se prestó para el juego, inventando faltas como la supuesta mano del empate (2-2) y del tiro libre que a la postre traería el 3-2 que nos eliminaba, y que incluso debió anularse porque el gol fue con carga ilícia al golero Castellanos. Pero una vez más no le importó a Victor Hugo Carillo. Ese no era su problema.
Palabras más palabras menos, una nueva oportunidad se nos presentó y logramos el ascenso a primera y el destino quiso que nuevamente se vean las caras los dos equipos para tal ve -si el destino nos es favorable-lograr un triunfo que en algo pueda saciar nuestra sed de revancha. La espina está ahí y sólo un triunfo podrá hacernos olvidar esa triste noche.
Fuente: Revista La 12 Te sigo a Todas Partes . Ilo, Moquegua - Perú
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