Julio César Caicedo Saab y Katherine |
MOQUEGUA. Detrás de la pasión por el gol, hay una historia de amor que sustituye la emoción del grito de las tribunas. Dos mundos distintos se juntaron dándole la contra a los gustos y destinos. Julio Caicedo. futbolista, delantero colombiano de Cobresol inmerso en la tabla de goleadores, y ella, Katherine Ortiz, zambullida en los libros, terminó Mercadotecnia y negocios internacionales en Cúcuta y estudia Derecho en Moquegua, en la Universidad José Carlos Mariátegui.
Ella confiesa que al inicio no le gustaban los futbolistas, pero que la historia de su amor es la mejor de todas. "Nos enamoramos por un celular", dice riéndose.
"Me demoré un año en darle el primer beso. Lo primero que me dijo Julio, es que era hermosa Fue en Bucaramanga", confiesa Katty, luego de contarnos que una amiga de ella usó su celular para llamar a su novio, que era arquero, a través del teléfono de Julio.
Él nunca contestó, pero por una traviesa jugada de Cupido, el número quedó grabado y Caicedo se atrevió a marcar, para a partir de allí fabricar un idilio enternecedor.
"Me gustó su voz, muy tierna, aunque me colgó el teléfono y me pareció un poco odiosa, pero igual hablaba lindo cuando me decía que no me conocía y que no me había llamado. Yo insistí en que sí era su número. Su amiga me dio toda su información", agregó Caicedo.
El que la sigue....
Caicedo insistió y la llamó sorprendiéndola antes de un examen. "hola preciosa, mucha suerte en su examen". A partir de allí comenzó la amistad . Él jugaba por Atlético Bucaramanga y ella vivía en Cúcuta, a siete horas de distancia. Era estudiante universitaria con 17 años cumplidos. Hoy llevan cuatros años juntos.
"Me decidí ir a verlo jugar y la verdad que no sabía ni qué decir, estaba nervisiosa y él me tenia preparada una cena muy romántica. Lo malo es que concentraba y se despidió con un abrazo fuerte y me dijo. preciosa, no me falle, vaya a verme jugar, y me dio una entrada que hasta ahora la guardo como amuleto", dice Katty, recordando que en ese momento no se besaron. Tres meses después (un 23 de agosto), apareció en la puerta de la casa de Katherine con un ramo de rosas. "Desde allí empezó toda nuestra historia", dice la "Pantera" Caicedo.
Muchachita celosa...
"Katty es muy celosa. Es cierto, pregúntaselo a ella", dice el colombiano. "Si, soy celosa y le digo cuando no me gustan unas amiguitas que aparecen en el internet. Pero como dice mi mamá, hay que soltar la soga para que no se aburran, pero ajustar para que no nos vean la cara de tontas", responde. Julio siempre le ofrenda sus goles. "No sabía cómo hacer para que ella se dé cuenta los dedicaba. Me dijo que tocarse el corazón o mandar un beso era lo que todos hacen, así que optamos porque me toque la cabeza", dijo el jugador de Cobresol.
La posibilidad de encargar a su primer hijo los seduce, pero lo dejan a lo que "Dios decida". "Si hay que esperar para que no le falte nada, lo haremos", dice Julio.
Moquegua es un ciudad apacible, donde el entretenimiento hay que inventarlo o recrearlo, por ello las sorpresas hogareñas están a la orden del día. "Siempre que se va de viaje le preparo algo especial y él llega de frente a buscarlo", dice Katty.
"Me la paso a veces jugando Play Station por las tardes y mi señora se va al gimnasio.
No hay mucho que hacer por acá, pero nos han tratado muy bien, es un lugar acogedor. Salimos a comer o cocinamos en casa. Yo le enseñe a cocinar a ella. Allí me defiendo, se hace lo que se puede, pero creo que ya me superó, cuenta Julio Caicedo.
Fuente: El Bocón
Julio Caicedo tambien goles fuera de las canchas uhmmmm
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